La gestión TI ya no es solo un soporte técnico puntual. En 2025, se ha convertido en un pilar estratégico para las empresas que buscan operar con continuidad, seguridad y eficiencia. No contar con soporte profesional puede traducirse en horas perdidas, datos comprometidos y un impacto directo en los resultados del negocio.

¿Y si te dijéramos que podrías aumentar tus ingresos, reducir pérdidas y mejorar la productividad simplemente al cambiar la forma en que gestionas tu infraestructura tecnológica?

Eso es exactamente lo que permite el enfoque ITSM (Gestión Estratégica de Servicios de TI). En lugar de apagar incendios, ayuda a anticiparse, optimizar recursos y alinear la tecnología con los objetivos del negocio.


1. Menos interrupciones, más continuidad operativa

Uno de los principales beneficios de una gestión TI estratégica es la reducción de incidentes no planificados. Ya no se espera a que los sistemas colapsen: se monitorean, se previenen y se mantienen de forma constante.

➤ Menos tiempo perdido por caídas de red o fallas en servidores.
➤ Sistemas actualizados y con menor riesgo de ataques o errores críticos.
➤ Procesos documentados para actuar rápido ante imprevistos.

Esto tiene un impacto directo en los costos: cada hora de inactividad puede significar ventas perdidas, retrasos operativos o clientes insatisfechos. Con ITSM, el área tecnológica actúa como un seguro operativo que evita pérdidas silenciosas.


2. Mejores decisiones con datos e indicadores reales

El enfoque tradicional de soporte TI muchas veces carece de métricas. No se sabe cuántos incidentes ocurren, cuánto tiempo toma resolverlos o qué áreas están más expuestas. En cambio, con un modelo ITSM bien implementado, cada proceso se mide, analiza y mejora continuamente.

➤ Paneles con métricas claras: tiempo de respuesta, disponibilidad, tickets abiertos.
➤ Informes periódicos que permiten identificar cuellos de botella.
➤ Priorización de recursos según impacto en el negocio.

Esto permite a los líderes tomar decisiones informadas. Por ejemplo, identificar que un software obsoleto está generando más del 40% de los problemas técnicos puede justificar su reemplazo. Así, la gestión TI pasa a ser un apoyo real en la estrategia empresarial.


3. Optimización de costos a largo plazo

Uno de los mitos más comunes es que invertir en una gestión TI profesional es “caro”. Sin embargo, cuando se calcula el costo total de operar sin ella, la realidad es otra.

➤ Menos recursos gastados en soporte reactivo.
➤ Mayor vida útil de los equipos gracias al mantenimiento programado.
➤ Reducción de incidentes críticos que generan gastos imprevistos.

Además, el ITSM permite identificar qué herramientas ya no son necesarias, qué licencias están en desuso o qué procesos pueden ser automatizados. Esto se traduce en eficiencia real y ahorro, sin comprometer la calidad del servicio.


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¿Qué es ITSM y por qué importa?

ITSM (Information Technology Service Management) es un enfoque que busca gestionar los servicios de TI de forma estructurada, predecible y alineada al negocio. No se trata solo de implementar tecnología, sino de orquestarla como parte de una visión estratégica.

Este enfoque considera procesos clave como:

  • Gestión de incidentes y problemas.

  • Gestión de cambios y configuración.

  • Control de niveles de servicio (SLA).

  • Documentación continua y base de conocimientos.

Y lo más importante: ITSM sitúa a las áreas de TI como un actor protagonista del crecimiento empresarial, no como un soporte pasivo.


Conclusión: Tu rentabilidad también depende de tu gestión TI

La rentabilidad de una empresa no se logra solo vendiendo más. También se consigue operando mejor, evitando pérdidas, anticipando riesgos y tomando decisiones informadas.
Y todo eso empieza con una buena gestión de tecnología.

Pasar de un modelo reactivo a uno estratégico en TI no es un lujo: es una necesidad para cualquier empresa que busque crecer con solidez en 2025.


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La tecnología barata puede parecer una decisión inteligente al inicio. Un router más económico, un proveedor de internet con menor costo, o un equipo de cómputo básico para “salir del paso” pueden ayudar a reducir gastos inmediatos. Sin embargo, muchas empresas descubren tarde que estas decisiones tienen consecuencias mucho más costosas a largo plazo.

¿Vale la pena ahorrar hoy si eso significa gastar mucho más en reparaciones, pérdida de productividad o reemplazos prematuros?

En este artículo, exploramos tres razones clave por las que la tecnología barata termina costando más de lo que aparenta, y cómo una inversión inteligente en TI puede proteger el crecimiento de tu empresa.


1. Rendimiento limitado que afecta la productividad

Uno de los principales problemas de optar por soluciones tecnológicas económicas es su bajo rendimiento.

➤ Equipos lentos ralentizan el trabajo diario, desde abrir un software hasta enviar archivos grandes.
➤ Routers económicos fallan con múltiples conexiones simultáneas, causando interrupciones constantes.
➤ Licencias “baratas” de software muchas veces no cumplen con los requisitos legales o técnicos.

Este tipo de deficiencias se traduce en horas perdidas cada semana, acumulando decenas de horas al mes que tu equipo podría usar en tareas estratégicas. El bajo rendimiento también genera frustración en los colaboradores y aumenta los errores humanos por estrés y lentitud.

A la larga, lo que parecía una “buena oferta” se convierte en un freno directo a tu productividad.


2. Mayor riesgo de fallas y costos ocultos de soporte

Otro aspecto crítico de la tecnología barata es su baja durabilidad y alta tasa de fallos. Estos productos suelen estar fabricados con componentes más básicos, tienen menor soporte del fabricante y se desactualizan más rápido.

➤ Un equipo que se cae o se recalienta es más probable que pierda información valiosa.
➤ Equipos sin garantía adecuada requieren soporte externo costoso.
➤ Fallos frecuentes provocan interrupciones no planificadas que detienen operaciones completas.

Además, muchos dispositivos o sistemas económicos no cuentan con parches de seguridad ni actualizaciones regulares, lo que los convierte en una puerta abierta a ciberataques o pérdida de datos.

Invertir en un equipo de calidad o en una infraestructura más robusta evita estos gastos ocultos en soporte técnico, recuperación de datos, y reemplazo anticipado.


3. Dificultad para escalar o integrarse a nuevos sistemas

Las soluciones tecnológicas baratas suelen tener limitaciones de compatibilidad con herramientas modernas o con otros sistemas utilizados en la empresa. Esto se convierte en un problema crítico cuando una pyme desea crecer o integrar nuevos procesos.

➤ Un software barato puede no integrarse con CRM, ERP o plataformas contables.
➤ Equipos con sistemas operativos limitados no soportan aplicaciones más avanzadas.
➤ Soluciones de red de bajo costo fallan al ampliar la infraestructura con más usuarios o dispositivos.

Esto obliga a recomprar e implementar nuevamente los sistemas desde cero, duplicando el gasto original y afectando la continuidad operativa.

Elegir tecnología escalable y bien integrada desde el inicio permite a la empresa crecer sin obstáculos ni reestructuraciones costosas.


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Conclusión: lo barato sale caro, especialmente en tecnología

Elegir tecnología barata no es ahorro: es una forma lenta de perder dinero. Las consecuencias no son inmediatas, pero son inevitables. Bajo rendimiento, interrupciones constantes, vulnerabilidades y dificultades para crecer terminan costando miles en productividad y reputación.

Por eso, la mejor estrategia no es comprar lo más barato, sino lo más adecuado para las necesidades reales de tu empresa. Con asesoría especializada, puedes invertir bien desde el inicio y evitar dolores de cabeza a futuro.


¿Tu empresa está pagando el precio oculto de la tecnología barata?

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El internet lento en una oficina no solo es frustrante: afecta la productividad, las reuniones, el envío de archivos, el uso de sistemas en la nube y, en muchos casos, la experiencia de clientes. Si su equipo ya probó “reiniciar el router” y no sirvió de mucho, este artículo es para usted.

Aquí encontrará 5 causas frecuentes que ralentizan la conexión en entornos laborales y soluciones reales para dejar de perder tiempo valioso.


1. Equipos de red obsoletos

Uno de los errores más comunes es mantener routers o switches de baja gama, diseñados para el hogar, en entornos donde se conectan decenas de dispositivos.

➤ Muchos routers domésticos no soportan tráfico simultáneo de múltiples usuarios.
➤ La tecnología antigua (como Wi-Fi 4 o 5) puede limitar la velocidad incluso con un buen plan de internet.
➤ Equipos mal configurados pueden generar cuellos de botella sin que nadie lo note.

Solución: Solicite una auditoría de red profesional. Instalar routers y access points empresariales, con buena cobertura y configuración adecuada, hace una diferencia inmediata.


2. Saturación de dispositivos y uso de ancho de banda

¿Hay muchas personas conectadas en su oficina? ¿Usan Zoom, envían archivos pesados o reproducen contenido en línea? Entonces, su ancho de banda puede estar colapsando.

➤ Las videollamadas consumen más recursos de los que parece.
➤ Las actualizaciones automáticas, backups o sincronizaciones también afectan.
➤ Equipos no autorizados (como celulares personales en Wi-Fi) pueden saturar la red.

Solución: Limite y priorice el uso del internet con QoS (Quality of Service), restringiendo ciertas actividades o dispositivos en horarios clave.


3. Mala distribución del Wi-Fi en la oficina

Una señal débil es igual a una conexión lenta, aunque tenga contratado un plan de alta velocidad. Muchos problemas provienen de la ubicación de los routers o de interferencias físicas.

➤ Paredes gruesas, muebles metálicos o cristales pueden bloquear la señal.
➤ Un solo punto de acceso no es suficiente para oficinas medianas o grandes.
➤ Zonas muertas (sin señal) obligan a los dispositivos a reconectarse constantemente.

Solución: Diseñe una red Wi-Fi con varios access points estratégicamente ubicados. El uso de tecnología mesh puede ser muy útil en oficinas con distribución compleja.


4. Fallos en el proveedor de servicios

No siempre la culpa es interna. Muchas veces, la lentitud viene directamente del proveedor (ISP). Algunas señales de esto incluyen:

➤ Alta latencia o pérdida de paquetes al hacer pruebas de velocidad.
➤ Velocidad inestable a ciertas horas del día (saturación externa).
➤ Cortes frecuentes sin justificación aparente.

Solución: Realice pruebas constantes de conexión y documente los resultados. Si los problemas persisten, solicite soporte técnico y evalúe cambiar a un proveedor más estable, idealmente con planes empresariales y SLA garantizados.


5. Redes mal segmentadas o sin políticas de seguridad

Tener todos los dispositivos conectados a una misma red, sin segmentación ni filtros, puede generar conflictos, vulnerabilidades e incluso accesos no deseados.

➤ Equipos mal configurados pueden hacer broadcasts innecesarios.
➤ Sin controles, cualquier aplicación puede consumir todo el ancho de banda.
➤ Las amenazas internas o malwares pueden reducir drásticamente el rendimiento.

Solución: Cree redes separadas para invitados, impresoras, servidores y usuarios. Aplique políticas de seguridad, cortafuegos y filtros de tráfico para evitar congestión.


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Conclusión: Reiniciar no basta, necesitas una solución estructural

Tener internet lento de forma recurrente no es una casualidad ni un “mal día”. Es un síntoma de una red mal diseñada, sin mantenimiento o que ya no responde a las necesidades actuales de su equipo.

Un diagnóstico profesional puede detectar de raíz las fallas y aplicar soluciones específicas según el tipo de empresa, el tamaño de su equipo y la tecnología que usan a diario.


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El soporte IT ya no es solo una ayuda técnica puntual. En 2025, se ha vuelto un pilar estratégico para empresas que buscan operar con continuidad, seguridad y eficiencia. No contar con un soporte profesional puede significar horas perdidas, datos comprometidos y un impacto directo en los resultados del negocio.

En este artículo abordamos cinco aspectos esenciales del soporte IT que toda empresa chilena debe considerar para evitar errores costosos y anticiparse a los problemas antes de que ocurran.


1. Monitoreo constante y preventivo

El soporte IT no debe ser reactivo. Hoy, las soluciones más efectivas incluyen monitoreo en tiempo real de servidores, redes, equipos y sistemas críticos.

➤ Se detectan anomalías antes de que afecten al usuario final.
➤ Se actúa sobre vulnerabilidades y caídas antes de que ocurran.
➤ Se garantiza la estabilidad operativa todos los días, sin pausas.

Un soporte IT moderno no espera a que algo falle: lo previene. Además, permite analizar patrones de uso y comportamiento del sistema para identificar mejoras posibles antes de que los usuarios las soliciten. Esta vigilancia proactiva también minimiza el tiempo de inactividad y fortalece la experiencia de los colaboradores internos.


2. Respuesta rápida ante incidentes

Cuando ocurre una falla, el tiempo es oro. Una respuesta lenta puede detener procesos clave, afectar clientes y provocar pérdidas económicas.

➤ El soporte IT debe tener tiempos de respuesta garantizados por contrato (SLA).
➤ Debe contar con canales de atención claros y disponibles 24/7.
➤ Un equipo entrenado y con experiencia permite resolver incluso los problemas más complejos en minutos.

Esto es especialmente importante en industrias donde cada segundo de inactividad genera impacto directo en la facturación. Un soporte ágil no solo resuelve fallas técnicas: también reduce el estrés operativo y permite volver rápidamente a la normalidad sin mayores consecuencias.


3. Copias de seguridad automáticas y seguras

Uno de los errores más graves en muchas empresas es confiar en respaldos manuales o inexistentes. Un buen soporte IT garantiza que la información esté protegida incluso ante un fallo total del sistema.

➤ Respaldos diarios o semanales, automatizados.
➤ Almacenamiento en servidores seguros (on-premise o en la nube).
➤ Políticas claras de restauración rápida.

Contar con copias de seguridad profesionales permite recuperar datos ante ataques, errores humanos o desastres naturales. También asegura el cumplimiento con normativas legales o estándares de seguridad, como ISO 27001 o la Ley de Protección de Datos Personales, cada vez más relevantes en el entorno digital chileno.


4. Actualización y mantenimiento de software

Muchas empresas siguen trabajando con sistemas desactualizados, lo que las expone a riesgos de seguridad y pérdida de compatibilidad con nuevas herramientas.

Un soporte IT profesional se encarga de:

➤ Mantener actualizados sistemas operativos y aplicaciones críticas.
➤ Aplicar parches de seguridad de forma controlada.
➤ Asegurar la continuidad operativa tras cada actualización.

Esto evita problemas técnicos, bloqueos por incompatibilidad y vulnerabilidades comunes en software obsoleto. Además, ayuda a garantizar el rendimiento óptimo de los equipos y plataformas utilizadas diariamente por sus colaboradores.


5. Asesoría constante para tomar mejores decisiones

El soporte IT también debe acompañar a la empresa en sus decisiones tecnológicas. No se trata solo de resolver problemas, sino de orientar en inversiones y mejoras.

➤ ¿Conviene migrar a la nube?
➤ ¿Se necesita mejorar la red interna?
➤ ¿Qué herramientas digitales pueden automatizar tareas?

Un buen proveedor de soporte IT no solo repara: aporta valor con visión estratégica. Esto se traduce en menos gastos innecesarios y una planificación tecnológica coherente con los objetivos de negocio, algo clave en entornos altamente competitivos y cambiantes.


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Conclusión: invertir en soporte IT es prevenir pérdidas

Muchas empresas solo buscan ayuda técnica cuando ya es tarde. Pero en 2025, la verdadera diferencia la marcan aquellas que cuentan con un soporte IT preventivo, integral y alineado con sus objetivos de negocio.

Evitar fallos, asegurar continuidad, proteger los datos y tomar decisiones correctas requiere más que técnicos: requiere aliados tecnológicos que conozcan su entorno y aporten soluciones reales, no improvisadas.


¿Tu empresa tiene un soporte IT realmente preparado?

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Creamos planes personalizados que se adaptan a cada realidad y que previenen antes de que los problemas aparezcan.

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La migración servidores físicos a la nube ya no es una decisión opcional para las empresas chilenas: es una exigencia del entorno competitivo. En plena transformación digital, mantener servidores on-premise sin flexibilidad, escalabilidad ni respaldo ante fallas puede poner en riesgo la continuidad operativa.

Pero migrar a la nube no es simplemente «mover archivos». Requiere planificación, evaluación de riesgos, conocimiento técnico y una estrategia clara. En este artículo, exploramos los beneficios más relevantes, los desafíos que debes anticipar y las claves para realizar una migración segura, rentable y sostenible.


¿Por qué migrar servidores físicos a la nube?

Las razones por las que más del 75% de las empresas en Chile ya han iniciado su proceso de migración son claras:

Reducción de costos operativos: Se eliminan gastos en equipos físicos, energía, refrigeración, espacio y mantenimiento.
Escalabilidad inmediata: La infraestructura puede adaptarse rápidamente a los picos de demanda sin sobreinversión.
Accesibilidad y trabajo remoto: Los datos se centralizan, permitiendo operaciones seguras desde cualquier ubicación.
Recuperación ante desastres: Las nubes públicas y privadas ofrecen copias redundantes y recuperación rápida ante fallas.
Actualizaciones automáticas: Las plataformas cloud aplican parches de seguridad y mejoras sin intervención del usuario.


Riesgos asociados a una migración mal planificada

Migrar sin asesoría ni preparación adecuada puede generar consecuencias críticas para la operación. Algunos de los riesgos más comunes incluyen:

❱ Pérdida de control sobre los datos

Al operar en la nube, parte de la responsabilidad de seguridad y disponibilidad recae en el proveedor. Si no se define un modelo híbrido o multicloud, podrías caer en vendor lock-in, dificultando futuros cambios.

❱ Brechas de seguridad

Una migración mal ejecutada puede exponer información crítica. Configuraciones erróneas, permisos mal definidos o transferencias sin cifrado pueden abrir puertas a accesos no autorizados.

❱ Costos ocultos

Aunque la nube promete ahorro, una mala gestión puede generar tarifas extra por consumo de ancho de banda, llamadas a APIs o soporte técnico avanzado.

❱ Riesgo normativo

La ley chilena de protección de datos exige que ciertos tipos de información no salgan del país. Al usar servicios internacionales, debes verificar la ubicación física de los servidores y la legalidad del tratamiento de esos datos.


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5 buenas prácticas para una migración segura y efectiva

1. Realiza una auditoría de infraestructura

Antes de migrar, evalúa qué sistemas son candidatos reales a moverse. No todo debe ir a la nube. Es recomendable clasificar los datos por nivel de sensibilidad y uso, para definir qué se puede trasladar y qué debe mantenerse local.

2. Selecciona cuidadosamente al proveedor

AWS, Azure y Google Cloud son opciones internacionales sólidas, pero también existen proveedores locales que garantizan ubicación de datos dentro de Chile. Asegúrate de que tengan certificaciones como ISO 27001 y políticas de respaldo claras.

3. Define una arquitectura híbrida o multicloud

No dependas de un solo proveedor. Combinar infraestructura local, nube pública y privada permite mantener el control de la información más sensible, sin perder las ventajas de la nube.

4. Ejecuta pruebas antes de operar en vivo

Simula cargas reales, fallos y posibles ataques antes de realizar el cambio definitivo. Un entorno de staging permite corregir errores antes de que afecten la operación real.

5. Capacita al equipo técnico y de soporte

Migrar a la nube implica cambios en las herramientas, protocolos de acceso y cultura tecnológica. Capacitar a tus colaboradores garantiza que puedan operar eficientemente en el nuevo entorno y reduzcan los errores humanos.


Conclusión: La migración es una inversión estratégica, no solo técnica

La migración servidores no debe abordarse como una simple actualización de infraestructura. Es una transformación completa del modelo operativo, que impacta en la seguridad, continuidad, escalabilidad y competitividad de la empresa.

Los beneficios superan ampliamente los riesgos si el proceso se realiza con planificación, acompañamiento experto y visión de largo plazo.


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La gestión activos TI es una práctica fundamental para maximizar el retorno de inversión en tecnología dentro de las empresas. No se trata solo de llevar un inventario: es una estrategia que abarca desde la adquisición hasta la disposición final de equipos, software y servicios. Cuando se gestiona correctamente, cada activo tecnológico aporta valor, eficiencia y control.

En este artículo, exploramos cinco estrategias clave para optimizar la gestión activos TI y asegurar que tu infraestructura tecnológica funcione como un verdadero motor de productividad.


¿Por qué es tan importante la gestión activos TI?

Los activos tecnológicos —como equipos, redes, licencias, sistemas o servicios cloud— representan una inversión significativa. Pero si no están organizados, controlados y monitoreados, generan sobrecostos, obsolescencia y riesgo operacional.

Una gestión activos TI efectiva permite:

➤ Optimizar el uso de cada recurso
➤ Evitar pérdidas, duplicidades o licencias vencidas
➤ Detectar a tiempo qué renovar o mejorar
➤ Alinear tecnología con los objetivos del negocio
➤ Cumplir con normativas y estándares de seguridad


1. Inventario centralizado y actualizado

Todo parte por tener visibilidad. Implementar un inventario centralizado, actualizado en tiempo real y con asignación clara de cada activo permite saber:

  • Qué activos tecnológicos existen

  • Dónde están ubicados

  • Quién es responsable de cada uno

  • Cuál es su estado, garantía y vida útil estimada

Muchos errores parten por no tener esta información consolidada. Automatizar el control o delegarlo en un servicio especializado permite reducir drásticamente la pérdida o mal uso de recursos.


2. Monitoreo continuo y mantenimiento preventivo

El monitoreo continuo es una de las claves más importantes en la gestión activos TI. Permite detectar anomalías, prevenir fallos y extender la vida útil de los equipos.

Algunas prácticas recomendadas:

  • Revisiones programadas de estado

  • Alertas ante comportamientos anómalos

  • Programas de actualización y respaldo

  • Diagnósticos periódicos con reportes

Esto no solo mejora el rendimiento, también evita interrupciones que afectan directamente a la operación de la empresa.


3. Control de licencias y cumplimiento legal

El software es uno de los activos más críticos y más olvidados. La gestión activos TI también debe incluir:

  • Seguimiento de fechas de renovación de licencias

  • Control de cantidad de usuarios y equipos vinculados

  • Garantía de uso conforme a contrato y ley

  • Desactivación segura de licencias no utilizadas

No contar con este control puede derivar en sanciones legales, vulnerabilidades de seguridad o sobrecostos innecesarios.


4. Estrategia de renovación y baja segura

Una buena gestión activos TI contempla la renovación planificada, no reactiva. Si se espera a que un equipo falle, el impacto es mayor.

Lo ideal es:

  • Estimar vida útil al momento de adquisición

  • Planificar reemplazos antes del fin de soporte

  • Disponer correctamente de equipos (formateo, reciclaje, trazabilidad)

Esto no solo optimiza recursos, también protege la seguridad de la información contenida en esos activos.


5. Análisis financiero y toma de decisiones con datos

Uno de los beneficios más valiosos de una gestión activos TI moderna es la capacidad de tomar decisiones informadas.

Con los datos correctos, puedes saber:

  • El costo total de propiedad (TCO) de un equipo

  • Cuál tecnología genera más incidencias o reclamos

  • Cuánto cuesta mantener activos versus renovarlos

  • Qué activos no están siendo utilizados o están subutilizados

Esto permite ajustar políticas de compra, mantenimiento o migración tecnológica con visión estratégica.


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Conclusión: Gestionar activos TI es invertir con inteligencia

Una buena gestión activos TI no se trata solo de saber qué equipos hay, sino de maximizar su valor, extender su utilidad, y reducir riesgos. Las empresas que controlan activamente sus recursos tecnológicos operan con menos fricción, menos sorpresas y mejores resultados.

Ya sea mediante herramientas propias o a través de un servicio especializado, invertir en la gestión activos TI es una de las formas más seguras de mejorar el retorno de inversión y la continuidad operativa.


¿Tu empresa controla y planifica bien el ciclo de vida de sus activos tecnológicos?

Con procesos claros, sistemas actualizados y una gestión activa de infraestructura, es posible mantener tus recursos siempre alineados con tus objetivos y preparados para crecer contigo.


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